
Alerta por hambruna en Gaza: la ONU confirma, Netanyahu lo niega y Trump lo contradice
La situación humanitaria en Gaza ha alcanzado niveles alarmantes. Según una reciente alerta emitida por la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC), una iniciativa respaldada por las Naciones Unidas, el enclave palestino atraviesa el “peor escenario de hambruna” actualmente en desarrollo en el mundo. La advertencia, basada en un análisis técnico de la crisis, indica que la totalidad de la población gazatí sufre altos niveles de inseguridad alimentaria aguda y que el territorio se encuentra en “alto riesgo” de hambruna generalizada.
“El conflicto y el desplazamiento se han intensificado, y el acceso a alimentos y otros bienes y servicios esenciales ha caído a niveles sin precedentes”, advirtió la IPC en su informe. Además, el organismo señaló que hay evidencia creciente de desnutrición, enfermedades y un aumento de muertes directamente relacionadas con la falta de alimentos. “La hambruna ya no es una posibilidad futura. Está ocurriendo ahora”, afirmaron los expertos.
Una crisis humanitaria sin precedentes
Desde el inicio de la ofensiva militar israelí, las condiciones de vida en Gaza se han deteriorado drásticamente. Miles de personas han sido desplazadas, muchas viven en refugios improvisados sin acceso regular a agua potable, medicamentos ni suministros básicos. Los camiones de ayuda humanitaria han enfrentado múltiples obstáculos para ingresar al enclave, debido al estricto control israelí de los pasos fronterizos y los bombardeos constantes.
La ONU y diversas organizaciones internacionales han pedido reiteradamente a Israel que facilite el acceso seguro de ayuda humanitaria, pero las restricciones persisten. Varios informes de terreno señalan que en zonas del norte de Gaza la comida escasea casi por completo, y muchas familias sobreviven con una sola comida al día, compuesta principalmente de pan y agua. Los hospitales también han advertido sobre un aumento alarmante de casos de desnutrición infantil y enfermedades gastrointestinales.
Negación del gobierno israelí
Frente a estas denuncias, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha negado rotundamente que exista una hambruna en Gaza. En recientes declaraciones a la prensa, aseguró que Israel está permitiendo el ingreso de ayuda y que las acusaciones de crisis alimentaria son “exageradas” y motivadas políticamente. “Estamos en una guerra contra el terrorismo, no contra los civiles palestinos”, afirmó Netanyahu.
No obstante, las imágenes y testimonios que circulan desde el interior de Gaza contradicen esas afirmaciones. Grupos de derechos humanos y periodistas independientes han documentado la dramática situación de miles de personas atrapadas sin recursos ni protección. La desconexión entre los informes oficiales israelíes y la realidad en el terreno ha aumentado la presión internacional sobre el gobierno de Netanyahu.
Trump contradice a Netanyahu
En un giro inesperado, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, se distanció del discurso israelí y reconoció públicamente la gravedad de la situación. “Hay hambre real en Gaza”, dijo el lunes durante un acto político. “No se puede mirar hacia otro lado. Se necesita una solución y se necesita ya”.
La declaración de Trump sorprendió tanto por su contundencia como por su implicancia diplomática. Durante su presidencia, Trump fue un firme aliado del gobierno israelí y reconoció a Jerusalén como capital de Israel, lo que generó tensiones con el liderazgo palestino. Su reconocimiento de la crisis humanitaria en Gaza podría reflejar un cambio en la postura de ciertos sectores políticos estadounidenses frente al conflicto.
Clamor internacional por el fin del bloqueo
Ante esta emergencia, la comunidad internacional ha intensificado los llamados para que se levante el bloqueo sobre Gaza, se facilite el ingreso de ayuda y se ponga fin a las hostilidades. La ONU, a través de sus agencias y portavoces, ha urgido a todas las partes a respetar el derecho internacional humanitario y a priorizar la vida de los civiles.
“La hambruna no puede ser usada como arma de guerra”, advirtió Martin Griffiths, jefe de ayuda humanitaria de la ONU. “Cada día que pasa sin acción concreta, mueren más niños, más mujeres y más ancianos por causas evitables”.
La situación en Gaza exige respuestas inmediatas y coordinadas. Las declaraciones, por sí solas, no salvarán vidas. La comunidad internacional enfrenta el desafío urgente de traducir la alarma global en acciones concretas para aliviar el sufrimiento de millones de personas atrapadas en una tragedia sin salida.