El Pais 24

Celio Taveira “Filho” volvió al país donde marcó una época

EL BRASILEÑO ESTUVO EN URUGUAY RECORDANDO SU PASADO EN NACIONAL

Celio era un delantero brasileño que en Nacional jugó entre 1967 y 1970. Los hinchas tricolores que hoy peinan canas lo tenían como un verdadero ídolo. Los de la actualidad solo lo conocían por lo que les contaban pero ahora tuvieron la oportunidad de tenerlo frente a frente.

CELIO. En la sede tricolor le alcanzaron una camiseta de época y la firmó para dejarla como recuerdo.

Celio Taveira “Filho” es un nombre que las nuevas generaciones de hinchas tricolores deben haber escuchado más de una vez de boca de sus abuelos. Era un delantero brasileño que a fines de los sesenta (1967, para ser más exactos) llegó a Nacional precedido de antecedentes goleadores que eran imposibles para la época. En el Vasco da Gama aún perdura su marca de 100 goles oficiales que Celio anotó en apenas cuatro años. Que este norteño haya llegado a un club uruguayo en el mejor momento de su carrera, es como si Luis Fabiano, Neymar o el mismo Adriano pidan pase en este momento para el fútbol charrúa. Imposible. Pero en aquel tiempo se pudo. Fue crack, pero de los de verdad, de esos que entraban a la cancha y ganaban los partidos por sí solos. 

Los años pasaron, su nombre quedó en boca de los hoy veteranos y las nuevas generaciones solo sabían de él por lo que escuchaban. Pero pocos días atrás volvió al Uruguay. Con 71 años recién cumplidos aceptó el convite de un grupo de hinchas tricolores que se ubican en el primer anillo de la Olímpica y estuvo de vuelta en el país que casi cincuenta años atrás lo cobijó por varias temporadas. 

El encuentro con los hinchas fue en «La Chevecha» y allí también estuvieron jugadores del plantel principal que fueron invitados para la ocasión (Alexander Medina, Richard Porta, Darwin Torres, Gonzalo Godoy, Mathías Abero y Núñez). En medio del agasajo Celio Taveira “Filho” dialogó con Ultimas Noticias, donde comenzó diciendo: «Los muchachos de Nacional que tienen un programa en radio Imparcial y un grupo que se denomina «Bolsos Locos» me hablaron hace como cinco meses por teléfono y nos comunicábamos por internet. Hace tres meses me dijeron: «Te vamos a mandar un pasaje para que te vengas a Montevideo», lo que yo no sabía que era para estar en una reunión de hinchas de Nacional, con jugadores. Tengo mucha emoción porque todos se me acercan, me saludan y me dan un abrazo. Los cuatro años que estuve en Nacional se ve que dejaron huella».

Sobre su presente, alejado totalmente de los campos de juego, dijo: «Me jubilé de una empresa de distribución de frutas que tuve durante 30 años y ahora ayudo a las personas que tienen necesidades, principalmente en algunos centros carenciados. Compramos la alimentación necesaria y la entregamos a 120 familias por semana».

Cuando se lo lleva a los recuerdos del pasado lo primero que le viene a la mente es una anécdota de cuando se tuvo que volver a Brasil luego de ser ídolo en Nacional: «Mi familia se había venido para Montevideo y quedó encantada. No nos queríamos ir. Pero cuando eso sucedió unos cuarenta coches nos acompañaron hasta el Aeropuerto, nos entregaron un paquete y nos dijeron: «Acá tiene tierra de Uruguay. El día que necesites, pisa la tierra y estarás con nosotros». Te imaginas que en el viaje de regreso lloramos como locos por dejar tantos hermanos uruguayos».

En esta visita de Celio por nuestro país, también fue agasajado por la directiva tricolor: «Me estaban esperando junto a varios compañeros que jugamos juntos hace tantos años y me entregaron una hermosa plaqueta, me hicieron emocionar hasta las lágrimas al ver que a pesar de haber pasado cuatro décadas no se han olvidado de Celio Taveira. Está todo cambiado, especialmente el Parque Central, una verdadera joya».

En todas las reuniones a las que asistió le recordaron sistemáticamente un gol clásico, hecho en 1967 que terminó eliminando a Peñarol de la Libertadores de ese año: «Fue sensacional, porque ya estábamos sobre la hora. Urruzmendi la tiró del fondo, cuando la pelota venía en el aire cambiamos de puesto con el «Marqués» Sosa, que muy inteligente amagó cabecear directo al arco y me la tocó despacito por arriba. Con eso, sacó a todos los jugadores de la defensa y el arquero Errea salió derecho a mí y se la cabeceé por arriba. Lo que me acuerdo es que la pelota pareció que demoró tres días para bajar dentro del arco. La jugada fue muy buena pero siempre destaco la inteligencia que tuvo en segundos el «Marqués» Sosa».

Cuando agradece, para finalizar el contacto y continuar con las firmas, fotos y recuerdos, reflexiona en voz alta: «Soy un agradecido a la vida porque se siguen acordando de mí en Nacional. Dediqué todas mis ganas en los entrenamientos y en los partidos para poder mostrar y devolver todo el cariño que recibí siempre de los hinchas y la institución».

JUGÓ CON PELÉ Y GARRINCHA

Celio Taveira Filho nació en la ciudad de Santos el 16 de octubre de 1940. Su trayectoria como futbolista la inició en el Jabaquara de Santos para luego pasar al Vasco Da Gama donde aún hoy es ídolo. De allí pasó al Nacional donde marcó una época durante cinco temporadas. En 1971 retornó a su país donde defendió al Portuguesa y Corinthians antes del retiro. En este último club formaba dupla atacante con el genial Garrincha. Entre el ’64 y el ’66 formó parte de la selección brasileña junto al «Rey» Pelé.

LO TRAJERON LOS HINCHAS

La llegada de Celio a nuestro país se produjo gracias al esfuerzo de un grupo de hinchas tricolores que ha tomado como norma agasajar a viejas glorias de la institución. Gabriel Pérez, uno de los responsables, explicó: «Somos un grupo de 25 personas que nos conocimos en la Olímpica. Un día vimos a Ruben Sosa y lo invitamos a comer unas pizzas y luego seguimos. Hemos traído a Luis Artime, a Manga, a Ancheta. Llevamos más de 70 invitados. La intención es darles el reconocimiento a los jugadores que hicieron historia en Nacional”.

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