Trump-Biden: quién ganó el debate más esperado del mundo. Estados Unidos tiene una larga tradición de debates presidenciales. La sociedad les presta excesiva atención. Son instancias que pueden modificar una elección presidencial. Es todo un evento y un acontecimiento en los Estados Unidos, a pesar de que esta vez no se da en una situación normal debido a la pandemia del coronavirus.
En una noche fría de otoño en la ciudad de Cleveland, Ohio, se enfrentaron en un debate los dos candidatos a la presidencia de los Estados Unidos. Es el primero de los tres debates que enfrentarán a Joe Biden y Donald Trump antes del 3 de noviembre, día de las elecciones.
Todo está fríamente calculado. Una comisión especial para los debates presidenciales, sortea las ubicaciones, los temas, prepara cómo se televisa, etc. Todas las cadenas televisivas más importantes se prepararon para uno de los debates más vistos de la historia. Más de 70 millones de hogares sintonizaron el debate, eso sumado a todos los que lo siguen en streaming y redes sociales.
Fiel a su estilo polémico, Trump pidió que se realizara antidoping a Biden y que revisaran a Biden por si llevaba un micrófono escondido en su oído. A pesar de ser rechazadas sus peticiones, generó revuelo en las redes sociales, como era de esperarse.
Según las encuestas, los indecisos oscilan entre un 4 y un 8 por ciento. Sin embargo, según una encuesta de la cadena NBC y el diario Wall Street Journal, existe un 30 por ciento de personas que cambiarían su voto por el debate. Por eso es muy importante ver cómo se ven y comportan los candidatos en el debate y qué tácticas utiliza cada uno. Sin saludo de manos esta vez por la pandemia, el primer debate generó mucha expectativa.
Biden tiene mucha experiencia en los debates, incluso más que Trump, ya que ha sido burócrata, senador y tiene una vida parlamentaria extensa. Si bien Biden está acostumbrado a intercambiar ideas, Trump es Trump y con su pasado debate con Hillary Clinton, logró cambiar las elecciones.
Debate Trump-Biden: ¿Quién ganó?
El debate Trump-Biden duró 90 minutos y dejó una sensación de pelea y recelo entre los candidatos. Hubo muchas interrupciones y ataques personales entre ambos. Biden acusó a Trump de racista, payaso y mentiroso. Trump delató un intento de golpe en su contra y denunció sin pruebas un supuesto fraude electoral.
Los analistas políticos se preguntan quién ganó este primer debate presidencial. La impresión general que quedó es la de un país políticamente polarizado, demostrado por la alta agresividad verbal del debate. Biden sacó algunas ventajas de esta situación ya que demostró no estar senil, como lo acusaba su contrincante, sino lo contrario, apareció controlado y coherente. Por su lado, en un comienzo se vio al Trump fuerte, acostumbrado a lo mediático, que utilizó su típica dinámica de interrumpir y acusar al que tiene enfrente. Era lo que se esperaba, pero Biden pudo responder a los ataques y expresar sus ideas claramente.
Lamentablemente muchas interrupciones de ambos impidieron a veces escuchar lo que cada uno tenía para decir. Nunca se vio un debate así. Por eso, los analistas afirman que el ganador fue Biden. A pesar de fallar en algunos aspectos, en el tema del racismo brindó un mensaje de unión y sanación y de lograr acuerdos entre las partes de este país tan dividido. Quiso poner en énfasis en que Trump era el presidente de la división.
A pesar de que ninguno tuvo una brillante actuación, Biden sale ganando por la baja expectativa que había en él y porque Trump necesitaba un cambio de tendencia y con esta demostración no se ha dado. Es difícil que así haya convencido a más gente a votarlo, lo que puede significar una victoria táctica para Biden.