Dexametasona: nuevo medicamento para el coronavirus
La dexametasona es el nuevo medicamento para luchar contra el coronavirus, afirma la Universidad de Oxford. Se trata de un esteroide de uso común que puede reducir el riesgo de muerte en pacientes graves de coronavirus.
Este medicamento es un potente antiinflamatorio e inmunodepresor. La dexametosona se utiliza contra enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoidea. Se suministra también a pacientes con cáncer sometidos a quimioterapia con el fin de contrarrestar los efectos secundarios del tratamiento.
¿Puede convertirse la dexametasona en el nuevo medicamento para el coronavirus?
Esta medicina barata y fácilmente accesible puede ser una esperanza para salvar vidas. Un estudio de la Universidad de Oxford ha descubierto que reduce en un tercio la mortalidad en los enfermos más graves de covid-19. A pesar de estar sólo en fase de estudio, los resultados son muy buenos y los expertos afirman que es un gran avance.
La Universidad de Oxford investiga tratamientos contra el coronavirus
Oxford es una universidad de investigación que actualmente realiza muchos ensayos en busca de tratamientos para la enfermedad del covid-19. Entre ellos, ya cuentan con la vacuna experimental contra el coronavirus que se halla en fase de prueba.
El investigador y profesor de la Universidad de Oxford, Martin Landray, dio una conferencia de prensa virtual el pasado martes.
El experto explicó que se administraron dosis bajas de dezametasona durante 10 días a pacientes hospitalizados que requerían ventilación. Con este estudio, se vio que se redujo en un tercio el riesgo de muerte. Es un resultado estadísticamente muy significativo y convincente, afirmó el profesor.
En los pacientes que no necesitaban ventiladores pero recibían oxígeno, también hubo una reducción en el riesgo de muerte. Sin embargo, no se vieron beneficios en los pacientes con covid menos graves que no usaban oxigeno ni respiradores.
A pesar del optimismo por el hallazgo del medicamento, Landray señaló que las personas que cursan su enfermedad en casa, no deben tomar dexametasona. Aún no se han realizado estudios con pacientes que no están internados.
El ensayo de la Universidad de Oxford incluyó a 2.100 pacientes en hospitales que recibieron dexametasona y 4.300 que recibieron el tratamiento habitual, sin esta droga. Los primeros recibieron una dosis de 6 mg de dexametasona durante 10 días. En estos pacientes, no se registraron efectos secundarios o adversos en este primer ensayo.
La conclusión de estos datos preliminares arrojó que hubo beneficios en los pacientes que necesitaban oxígeno o respirador. Sin embargo, no los hubo en pacientes cuyos pulmones funcionaban bien y no necesitaban oxigeno.