Cada 2 de abril se celebra en el mundo el día de la Concienciación sobre el Autismo.
El Autismo es un trastorno agudo del desarrollo de una persona que afecta a su capacidad de comunicarse y de interaccionar con el mundo que lo rodea. Este trastorno afecta al sistema nervioso y sus síntomas pueden variar mucho. Entre los más comunes están la dificultad para comunicarse o interactuar socialmente, las obsesiones, movimientos corporales esteriotipados, anomalías en el lenguaje, insistencia irracional con ciertas rutinas y conductas repetitivas.
Actualmente se desconocen las causas del Autismo y es por eso que se hace imposible prevenir su aparición. Sin embargo, con un diagnóstico precoz, un entorno familiar comprometido y los profesionales adecuados, puede mejorar muchísimo el bienestar de las personas con autismo.
Realizar un diagnostico es muy difícil ya que no existen pruebas médicas, como por ejemplo un análisis de sangre. Para poder hacerlo, los profesionales evalúan aspectos de la conducta del niño y su desarrollo.
Un diagnostico precoz es esencial para que los niños desarrollen habilidades sociales y adapten su comportamiento. Sin embargo, muchos niños no reciben un diagnóstico definitivo hasta edades más avanzadas e incluso algunos en la edad adulta.
Lo mejor es conocer sobre la enfermedad, estar atento y comprometerse. Hay muchas señales que podemos tener en cuenta para poder realizar un diagnóstico a tiempo, por ejemplo en un bebé de meses, tenemos que detectar si no balbucea, no señala para pedir algo o no responde a su nombre.
Si el bebé pasó el año de vida, debemos detectar si no dice palabras sencillas, no balbucea, no señala objetos, no mira hacia donde otros señalan o no le interesan los juegos interactivos.
Cuando cumple los 2 años de vida, debería preocuparnos si no mantiene el contacto visual, no se interesa en los juegos interactivos y no dice frases cortas y espontáneas.
Para este trastorno no hay cura y acompaña al individuo a lo largo de toda su vida. Para mejorar la calidad de vida, son muy importantes las terapias e intervenciones conductuales y psicoeducativas a través de psiquiatras, psicólogos y pedagotos,