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Inmigrantes deportados de los Estados Unidos: los más afectados por el covid-19

En medio de la crisis por el coronavirus y con las fronteras cerradas, cada vez hay más inmigrantes deportados de los Estados Unidos. La situación de los migrantes y refugiados es inhumana.

Estados Unidos es sin dudas el país más afectado por la crisis del coronavirus. Dentro de las más de 383.000 muertes en el mundo por covid-19, Estados Unidos ya sobrepasó los 100.000 fallecidos. Con 1.882.000 contagios, lidera las listas de los más contagiados por la pandemia que cambió el mundo.

Juan Hernández es el secretario del migrante y enlace internacional de Guanajuato, estado ubicado en el centro de México. En entrevista para la CNN, señaló que hoy los inmigrantes documentados e indocumentados son los más afectados. Viven en campamentos en situaciones infrahumanas, sin agua, sin jabón y muchos en la calle. El funcionario denuncia que la administración de Donald Trump sigue deportando mexicanos inclusive mas que antes. Afirma que las deportaciones de Estados Unidos a México ha aumentado un 14 por ciento. En el primer trimestre del año, se han deportado unos 57.000 mexicanos más otros centroamericanos.

Especificamente en Guanajuato, se recibían unos mil deportados cada mes en el 2019. Desde el comienzo de la pandemia, ese número ha aumentado en un 14 por ciento.

Inmigrantes deportados a países con bajas tasas de mortalidad

Miles de inmigrantes han sido deportados de los Estados Unidos en aviones sanitarios a Centroamérica. Este traslado masivo de personas vulnerables desde uno de los mayores epicentros del coronavirus supone un alto riesgo sanitario. Son enviados desde un país con altas cifras de mortalidad hacia países con menores tasas de contagios, lo que puede empeorar la situación sanitaria.

La mayoría de estos países disponen de sistemas de salud frágiles, según la organización médica y humanitaria internacional Médicos sin fronteras. Países como Honduras, Guatemala o Haití tienen serias carencias en lo que respecta a tests disponibles, camas para hospitalización o tratamientos médicos. Estas deportaciones ayudarán a expandir la enfermedad y nuevos brotes pueden resultar catastróficos.

Desde el 18 de marzo, Trump anunció que ya ni siquiera habría entrevistas para migrantes que desean ingresar al país. Paralelamente, sigue vigente el decreto firmado por él en abril de este año. El mismo suspende las residencias legales aduciendo que eso limita las posibilidades de trabajos para los estadounidenses. Este decreto afecta especialmente a aquellas personas que estén fuera del país y no tengan residencia o visa para entrar al país. También a aquellos que pretendan inmigran por visas laborales o reagrupación familiar. Todos los que están ya dentro de Estados Unidos y están en trámites de residencia no se ven afectados.

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