El Papa Francisco afirmó en su última audiencia general que la vacuna contra el covid-19 debe ser para todos, especialmente para los pobres.
«La pandemia ha dejado en evidencia la situación de los menos favorecidos». El gran flagelo del coronavirus que ataca al mundo ya ha contagiado a más de 22 millones de personas. La cifra de muertes ha superado los 700.000 en todo el mundo y los pobres son los que más sufren. En este triste escenario, la vacuna se vislumbra como la única solución para detener esta gran crisis mundial.
Hasta ahora, 27 vacunas se han registrado en la Organización Mundial de la Salud. Recientemente, Rusia anunció la aprobación de la primera vacuna del mundo contra el Covid-19, en medio de un gran escepticismo mundial. Muchos expertos dudan de su eficacia y seguridad y afirman que no han cumplido la fase tres de ensayos en mayor cantidad de humanos. Por otro lado, Estados Unidos y el Reino Unido se hallan muy adelantados en el desarrollo de la vacuna y esperan producirla y distribuirla a fines del 2020.
Es por esto que el Papa Francisco hace un llamado de reflexión para que la vacuna sea universal. Una vacuna que puede ser la solución para este virus letal debe ser para todos, sin restricción. No debe ser una vacuna para los más ricos o para un país u el otro. Según el soberano del Vaticano, sería muy triste que el acceso a la vacuna se convirtiera en propiedad de un país en particular. La vacuna debe ser para todos.
El Papa agregó que además del coronavirus hay que luchar contra otro gran virus, el de la injusticia social y la marginación de los mas débiles y desprotegidos. Sería muy triste que toda la ayuda economica para eld esarrollo de as vacunas, mayormente dinero público, se destinara solamente a empresas o industruias que no contribuyen a incluir a los más desprotegidos.
Según el Pontífice, esta gran crisis provocada por el virus debe hacer reflexionar. Muchos desean volver a la normalidad pero hay que tener en cuenta que hoy podemos construir algo diferente, una nueva oportunidad para los más débiles. Hay que ir más allá y hacer un cambio profundo en la sociedad para lograr un mundo más igualitario e inclusivo.