LOS OCTAVOS DE LA LIBERTADORES QUEDARON A UN PASO
El Centenario pasó por todos los estados, antes de embarcarse en un festejo sin fin. Las 55.000 personas que lo tiñeron de amarillo y negro tuvieron que sufrir y esperar hasta el pitazo final para tener la certeza de que Peñarol había ganado una batalla clave que lo deja al borde de la clasificación.
Peñarol dio un paso casi decisivo rumbo a los octavos de final de la Copa Santander Libertadores. Se deshizo de Godoy Cruz -un rival directo- y ahora la clasificación a los octavos de final está a un empate de distancia.
Para llegar al objetivo hubo que sufrir porque, cuando el equipo de Aguirre había encontrado la fórmula para ponerse en ventaja, se replegó y lo pagó caro. Pero tuvo tiempo para reaccionar y así las 55.000 almas que poblaron el Estadio gozaron de una fiesta completa.
Peñarol fue paciente. Al principio, monopolizó el dominio de la pelota y jugó en campo enemigo. Pero no tuvo precisión en el último pase, lo que le imposibilitó generar chances de riesgo. La excepción fue el centro de Urretaviscaya que encontró la cabeza de Olivera y las manos de Torrico, cerca de los 12′.
Los mendocinos pudieron salir de su campo y desplegar gente en el contrario recién sobre los 20′, pero no lograron hilvanar jugada alguna que obligara a Sosa a intervenir: sus dos aproximaciones fueron por remates desde muy lejos que terminaron desviados.
Peñarol, como fue dicho, fue paciente y supo esperar la chance de romper el 0. Y la encontró sobre el cierre del primer tiempo, luego de que a impulso de una sucesión de pelotas quietas metiera a Godoy Cruz en su arco. El gol llegó en el peor de los envíos: Pacheco ejecutó un córner muy bajo y al primer palo, ideal para el despeje de la zaga, pero la pelota siguió de largo, hasta terminar con la definición goleadora de Juan Manuel Olivera y la explosión inmediata de todo el Centenario.
Para el arranque del segundo tiempo, Peñarol lució muy replegado y el visitante lo aprovechó para armar una buena ofensiva que puso a Carlos Sánchez de cara al gol. Pero el uruguayo -de mala noche- mandó la redonda al diablo. El empate llegaría un ratito después, con un tiro libre de Donda que desvió involuntariamente Darío Rodríguez rumbo a su propio arco.
Peñarol se despertó enseguida y fue un torbellino. Las manos de Torrico aguantaron el empate hasta donde pudieron, o hasta que entró Estoyanoff, quien en la primera pelota que tocó asistió a Pacheco (su remate se fue apenas desviado) y en la segunda a Freitas para el gol.
Tras el 2-1, Aguirre decidió defender la ventaja y armó una línea de cinco defensas, mandando a la cancha a Emiliano Albín por el capitán Pacheco. Fueron 20 minutos de sufrimiento, aunque debe subrayarse que, si el árbitro hubiese sancionado el claro penal de Torrico a Olivera (a los 80′), la historia se habría definido antes.
INDIVIDUAL
S. Sosa (6): Las pocas veces que tuvo que intervenir lo hizo con acierto y eso brindó confianza a sus compañeros.
M. Corujo (5): Defendió bien y, cuando pudo, se lanzó al ataque.
C. Valdez (7): El más firme exponente de la defensa. No lo superaron nunca. Se mostró muy seguro.
A. González (5): En algunos momentos tuvo inconvenientes con Ramírez.
D. Rodríguez (6): Impuso su experiencia sobre el lateral izquierdo. No fue sencillo ganarle la posición. Tuvo el infortunio del gol en contra, pero se repuso.
J. Urretaviscaya (5): Tácticamente, fue importante tapando la subida de los carrileros mendocinos. En ataque, le faltó precisión y definió casi siempre mal. Buenas y malas para el veloz jugador.
N. Freitas (6): Colaboró en la marca con gran despliegue. Además, le pegaron más de lo que pegó y anotó el gol de triunfo.
N. Domingo (6): Muy bien en la marca. En el complemento fue una muralla impasable para los rivales.
M. Mier (4): No fue preciso ni logró trascender en ninguno de los andariveles.
A. Pacheco (6): Había levantado notoriamente su nivel cuando fue sustituido. Salió ovacionado.
J. Olivera (6): Tuvo una gran labor, desgastando a la defensa rival. Por si fuera poco, anotó el gol de apertura. Lucha sin cesar.
F. Estoyanoff (6): Su ingreso fue decisivo para abrir el camino rumbo al segundo gol.
E. Albín (5): Cumplió sin errores su tarea defensiva.
D. Alonso (-): Escaso tiempo en el terreno.
