Un nuevo episodio de daño al patrimonio artístico reavivó el debate sobre el comportamiento de los visitantes en los museos. El Palazzo Maffei de Verona, uno de los espacios culturales más importantes del norte de Italia, presentó este lunes una denuncia contra un turista que rompió una obra contemporánea de gran valor al intentar tomarse una fotografía. El hecho, registrado por las cámaras de seguridad y viralizado semanas después, generó indignación tanto en el mundo del arte como en las redes sociales.
La obra dañada es una silla decorada con cristales Swarovski creada por el artista italiano Nicola Bolla, quien en 2022 ideó esta pieza inspirándose en la clásica silla de paja de Vincent Van Gogh. La famosa pintura»La silla de Van Gogh» data de 1888 y hoy forma parte del acervo de la National Gallery de Londres.
Un museo con historia y vanguardia
El Palazzo Maffei Casa Museo se ubica en pleno centro histórico de Verona, frente a la célebre Piazza delle Erbe. Inaugurado en 2020, el museo alberga una notable colección privada de arte que recorre cinco siglos, desde el arte sacro y barroco hasta piezas del siglo XX y contemporáneas. El edificio, que data del siglo XVII, fue completamente restaurado para combinar su riqueza arquitectónica con un enfoque museográfico moderno e interactivo.
La colección incluye obras de artistas como Picasso, Magritte, de Chirico, Fontana, Burri y Kandinsky, además de objetos de diseño, esculturas y artefactos históricos. Es, además, un espacio que propicia el diálogo entre distintas disciplinas y épocas, donde el visitante puede pasar de un altorrelieve del Renacimiento a una instalación contemporánea en pocos pasos.
La obra dañada: arte frágil en tiempos digitales
Las imágenes registradas por las cámaras de seguridad captan el momento en que un hombre, tras tomar una foto a una mujer, decide también posar sentado sobre la silla. Al hacerlo, el peso que ejerció provocó que la estructura colapsara parcialmente, causando daños notorios en dos de sus patas. Luego del incidente, ambos se alejaron rápidamente del lugar sin informar al personal del museo sobre lo ocurrido.
Según explicó Carlotta Menegazzo, historiadora del arte del Palazzo Maffei, la silla, aunque brilla y parece sólida, tiene una estructura frágil. Está compuesta principalmente por una base de papel de aluminio cubierta por cristales Swarovski, lo que la hace extremadamente delicada. “En la silla había una nota que advertía a la gente de no tocarla, y, por supuesto, está colocada sobre un pedestal, por lo que está bastante claro que no es una silla real”, declaró Menegazzo a los medios italianos.
El incidente ocurrió hace cuatro semanas, pero las autoridades del museo decidieron accionar legalmente tras la viralización del video en el que se ve al turista subirse sobre el pedestal y sentarse en la obra, provocando su colapso inmediato.
Consecuencias legales y reflexión cultural
El museo ha iniciado un proceso legal contra el turista, cuya identidad no ha sido revelada, por daños al patrimonio artístico. El caso se suma a una larga lista de incidentes similares ocurridos en museos de todo el mundo, donde el deseo de obtener una fotografía para redes sociales ha derivado en la destrucción o deterioro de obras de arte.
Desde la dirección del Palazzo Maffei han subrayado la importancia de educar al público sobre el respeto y la responsabilidad dentro de los espacios culturales. La pieza de Bolla ya ha sido restaurada y nuevamente se encuentra expuesta al público. Pero, el daño simbólico y la discusión sobre el turismo masivo y el comportamiento en los museos está lejos de haberse cerrado.
