Peñarol caminó al borde del precipicio, pero clasificó
SE METIÓ EN LOS OCTAVOS DE FINAL DE LA COPA SUDAMERICANA
Peñarol logró el objetivo de clasificar a los octavos de la Sudamericana, pero antes hizo sufrir a sus hinchas. La historia se complicó tras el gol insólito de Sánchez Prette y a punto estuvo de terminar en eliminación. Pero Pacheco, en tiempo de descuento y de penal, desató la locura del Centenario. Ahora viene Goiás.
Las 40.000 personas que pintaron de amarillo y negro el Centenario concurrieron convencidas de que Peñarol iba a clasificar a los octavos de la Sudamericana -como finalmente aconteció-, pero nunca sospecharon el sufrido desenlace que tendría la historia. Tampoco los jugadores de Peñarol deben haber soñado que terminarían reteniendo la pelota cerca del banderín del córner para evitar la presión del Barcelona, un equipo que al cabo demostró ser bastante inferior.
Increíblemente, el desahogo mirasol llegó en la última pelota, con ese penal de Pacheco que alejó viejos fantasmas y dio paso a la algarabía general.
Peñarol llegó al Centenario con la ventaja obtenida en Guayaquil, donde ganó 1-0 con autoridad. Eso llevó a vislumbrar un trámite tranquilo para los muchachos de Keosseian, pero terminaron sufriendo, sometidos a los impulsos de un Barcelona que, con el partido 1-1, buscó desesperadamente el gol de la clasificación.
Los últimos minutos fueron un parto: Peñarol no lograba precisión en los pases y por ende le era imposible retener la pelota y los ecuatorianos amenazaban con dar el gran batacazo.
¿Peñarol merecía terminar metido dentro de su arco y rezando para que el brasileño Lopes pitara el final? Por lo visto en los 180’ de la serie, no. Pero esto es fútbol y todo puede suceder. Así lo entendió Llop, quien mandó al frente a su equipo en busca del gol heroico. Así lo entendió Keosseian, quien mandó a la cancha a Darío Rodríguez y armó una inédita línea de cinco hombres en el fondo. Así se jugaron los últimos minutos, con Barcelona empujando y Peñarol intentando enhebrar un contragolpe que liquidara la historia. Lo consiguió en la última pelota, cuando Ramis superó en velocidad a Hurtado y éste lo bajó en el área.
Antes, el gol del propio Ramis -que significaba el 2-0 en el resultado global- parecía poner al mirasol a resguardo de cualquier sorpresa. Pero un centro sin demasiadas pretensiones de Sánchez Prette se transformó en el empate (Sosa se metió con pelota y todo adentro del arco) y la incertidumbre se apoderó de la noche. Al final fue fiesta. Y ahora que venga el Goiás.
“HASTA SIEMPRE, DIEGO”
La hinchada de Peñarol tuvo una reacción ejemplar cuando se efectivizó el minuto de silencio en memoria a Diego Rodríguez, el futbolista de Nacional que falleció recientemente. Apenas se anunció el homenaje por los altoparlantes, las 40.000 personas presentes en el Centenario se unieron en un aplauso interminable. Todas las tribunas, sin excepción, recordaron al “Oreja”, en un gesto que debe ser resaltado. Los jugadores de Peñarol, por su parte, salieron a la cancha con una pancarta que rezaba “hasta siempre, Diego”.
ESTADIO PROPIO SERÁ EN EL ROOSEVELT
El presidente de Peñarol, Juan Pedro Damiani, confirmó ayer que el nuevo estadio de Peñarol será construido en el Parque Roosevelt. “La decisión ya está tomada: la cancha estará ubicada a 300 metros del Géant”, indicó el “pope” en la Sport 890.
Según Damiani, restan ajustar pequeños detalles para que se inicien las obras y a partir de ese puntapié inicial, el tiempo total de la edificación sería de 14 meses.
El Estadio albergará 40.000 personas, para que Peñarol pueda ser local en él en los diferentes torneos internacionales y también jugar los encuentros clásicos. “Es importante aclarar que se priorizará el ingreso de los socios”, concluyó Damiani, teniendo en cuenta la capacidad del recinto.