
Bajo presión de su hermano Carlos III, el príncipe Andrés renunció a sus títulos reales tras nuevos escándalos
Acorralado por los escándalos y bajo la presión directa de su hermano, el rey Carlos III, el príncipe Andrés de Inglaterra anunció el viernes 17 de octubre su renuncia a los títulos reales, incluyendo el de duque de York. La decisión llega en medio de un clima de creciente tensión en la Casa Real británica, marcada por las repercusiones del caso Epstein y las acusaciones de abuso sexual que pesan sobre el tercer hijo de la fallecida reina Isabel II.
El príncipe Andrés, hasta hoy Duque de York
Nacido en 1960, Andrés es el segundo hijo varón de Isabel II y el príncipe Felipe de Edimburgo. Durante años fue una de las figuras más destacadas de la monarquía británica, reconocido por su carrera militar en la Marina Real, donde sirvió como piloto de helicóptero durante la Guerra de las Malvinas. Tras retirarse del servicio activo, asumió funciones oficiales en representación de la Corona, siendo nombrado duque de York. Sin embargo, su reputación se desplomó con la irrupción del llamado “caso Epstein”, que lo situó en el centro de una tormenta mediática y judicial sin precedentes.
Jeffrey Epstein, el oscuro financista detrás del escándalo
Jeffrey Epstein fue un empresario y financista estadounidense, conocido tanto por su fortuna como por sus conexiones con el poder político y económico mundial. Sin embargo, su nombre pasó a la historia por razones oscuras: fue condenado por delitos sexuales y acusado de liderar una red de tráfico de menores que involucraba a personalidades influyentes de la política, las finanzas y la realeza. Epstein murió en 2019 en una cárcel de Nueva York, en circunstancias que fueron oficialmente consideradas un suicidio, aunque aún rodeadas de controversia.
El caso Giuffre y las acusaciones
El escándalo estalló en 2021, cuando Virginia Giuffre, una de las víctimas de Epstein, acusó al príncipe Andrés de haber mantenido relaciones sexuales con ella cuando era menor de edad. Giuffre aseguró que el encuentro fue facilitado por el propio Epstein y su socia, Ghislaine Maxwell, condenada en 2021 por tráfico sexual de menores.
El príncipe Andrés negó de manera tajante las acusaciones, pero las pruebas y los testimonios fueron suficientes para provocar un daño irreparable a su imagen. En 2022, el caso fue resuelto extrajudicialmente mediante un acuerdo económico cuyo monto no fue revelado, aunque se estima en varios millones de libras esterlinas.
La presión desde el Palacio
Desde entonces, Andrés ha sido apartado de los compromisos públicos y despojado de sus funciones oficiales. La presión aumentó en los últimos meses, cuando el rey Carlos III, decidido a preservar la imagen de la monarquía, le pidió que renunciara a sus títulos formales. El anuncio de este viernes, en el que Andrés cede el título de duque de York, representa el golpe final a su vida pública y marca una nueva etapa en el intento del monarca por distanciar la Corona de los escándalos.
La familia real británica no ha emitido por ahora un comunicado oficial, aunque fuentes cercanas al Palacio de Buckingham confirmaron que la decisión fue “acordada” entre los hermanos.
Mientras tanto, el nombre del príncipe Andrés continúa asociado al caso Epstein, un capítulo oscuro que sigue ensombreciendo a la monarquía británica y que deja al descubierto las tensiones internas que atraviesa una institución históricamente obsesionada con la discreción y la reputación.