¿Cuál es el origen histórico de los cacerolazos?
Un cacerolazo o cacerolada es una protesta generalmente pacífica para hacer conocer su descontento a través del ruido de golpe de cacerolas y ollas. Por lo general, se manifiesta como un rechazo de alguna política del gobierno. Se promueven como un reclamo popular, muchas veces convocados a través de una red social, fuerza política o alguna otra organización.
Los manifestantes pueden salir a las calles y concentrarse en un lugar o participar desde sus casas generalmente saliendo a los balcones y ventanas.
La historia de los cacerolazos en el mundo se puede remontar a la Francia del siglo XIX. Surgieron en 1832 en reclamo al régimen del rey Luis Felipe I de Francia, se hacía ruido con cacerolas preferentemente en la noche en señal de protesta.
Un siglo después, en 1961, se realizaban en Argelia las protestas conocidas como “Las noches de las cacerolas”, en el contexto de la guerra por la independencia del país.
Paralelamente en América, los cacerolazos surgen por primera vez en Chile. Esto ocurrió durante el gobierno de Salvador Allende en los años 70 y se denominó “la marcha de las cacerolas vacías”. Eran principalmente mujeres, armadas con utensilios de cocina, que protestaban por la escasez de alimentos.
La protesta con cacerolas y sartenes se replicó en varias ciudades del país y dio origen al movimiento de derecha Poder Femenino, uno de los más fuertes opositores del gobierno de Allende, derrocado posteriormente en el año 1973.
En Argentina, los cacerolazos se encuentran asociados en el imaginario colectivo con las jornadas de diciembre del 2001 en el medio de una crisis economía, social y política que llevó a la renuncia del presidente Fernando De la Rúa. Desde esa fecha los cacerolazos se popularizaron para realizar diferentes protestas contra el gobierno.
Sin embargo, los cacerolazos en Argentina no nacieron en 2001. Los primeros datan de 1982, más precisamente un 20 de agosto de 1982 cuando mujeres, niños y desocupados llegaron hasta la Plaza de Mayo a reclamar por pan y trabajo. Golpearon cacerolas y cantaron el Himno Nacional.
El gobierno de Raúl Alfonsín también sufrió la suma de 13 marchas con cacerolazos entre los años 1983 y 1989.
En diciembre de 2001 hubo varios cacerolazos para protestar por la medida llamada ‘corralito’ del presidente Fernando de la Rúa que impedía retirar dinero de las cuentas corrientes y de ahorro. Arrancó con el estruendoso ruido en los balcones y terminó en las calles.
Hoy, sin duda, los cacerolazos se han instalado en la sociedad que ve en ellos una herramienta pacífica de protesta popular.