Tratamiento con anticuerpos monoclonales se suma a las vacunas en esta la lucha contra el temido virus que ha cambiado el mundo. La Agencia de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó el uso del tratamiento con anticuerpos monoclonales para tratar el coronavirus. Se aplica un medicamento basado en anticuerpos monoclonales denominado bamlanivimab, que se usa para casos no hospitalizados de pacientes con covid-19. Este es uno de los tratamientos que recibió el presidente Donald Trump durante el curso de su enfermedad.
Los anticuerpos son moléculas producidas por los glóbulos blancos linfocitos B, en respuesta a la estimulación con antígenos. Estos son proteínas y azúcares complejos que están presentes en los virus y bacterias.
El bamlanivimab es un anticuerpo monoclonal dirigido a la espiga del SARS-CoV-2. Al neutralizarla, impide que entre a las células.
Entre el tratamiento con anticuerpos y la vacuna hay un punto en común. Con la vacuna, la persona sola produce los anticuerpos. En el tratamiento, estamos hablando de gente que se enferma y todavía no tuvo tiempo de producirlos, entonces se los inyecta por vía intravenosa. El asunto son los costos y la posibilidad de acceder a ellos. Los tratamientos con anticuerpos monoclonales cuestan decenas de miles de dólares. El costo de una vacuna es mucho más bajo y puede andar entre los 4 y 20 dólares.
Por otra parte, en la mayoría de los casos, las vacunas son compradas por los estados, mientras que estos tratamientos están destinados a público privado. Son dos grandes empresas que comercializan estos tratamientos y hay que adquirirlos en forma particular luego de pasar por una serie de protocolos.
Vacunas: la gran herramienta para terminar con el covid-19
Pero lo más importante son las vacunas, es la gran herramienta que vamos a tener en los próximos meses. Hay once vacunas ya casi por aprobarse. Tres chinas: Sinofar, Sinofax, Cansino, una en Inglaterra: la de AstraZeneca y Oxford, tres en Estados Unidos, Pfizer, Moderna y Johnson y Johnson y la Sputnik en Rusia. Todos los resultados en fase uno, dos y tres están demostrando que son seguras. No hubo efectos colaterales importantes en ninguno de los procesos. En estos días se levantó el protocolo de Sinovac, cuyos ensayos se interrumpieron por un fallecimiento que resultó ser un exceso de drogas por parte del paciente.
La vacuna de Pfizer dio esperanzas al mundo afirmando que tiene una efectividad del 90 por ciento. Superó las expectativas del propio laboratorio. Todo esto da respuestas para poder terminar con esta gran pesadilla que estamos viviendo. Además, estos anuncios generan tranquilidad y confianza en la gente a la hora de querer darse la vacuna.