¿Casal arma a Peñarol y desarma a Nacional?
A MATOSAS LE TRAJO 4 Y NO LE LLEVÓ NINGUNO; A CARREÑO LE DIO 2 Y LE SACÓ 4
Firmado el alto el fuego tras la guerra iniciada en 2004 por la posesión de Bueno, el “Cebolla” y Bizera, hoy Peñarol y Casal reinician una relación que deparó al carbonero grandes satisfacciones en los años noventa..
“Ya estamos ganando 1 a 0”, advirtió semanas atrás Gustavo Matosas, un poco en broma y mucho en serio, tras concluir su reunión con Paco, que luego recibiría a Carreño para conversar sobre el mismo tema: las altas y bajas en este período de pases.
La sonrisa que no lograba disimular Matosas al abandonar aquella reunión y la bronca que en los últimos días intentó ocultar Carreño, aunque sin éxito, pues hasta el más despistado se dio cuenta de su enojo, eran como denuncias, aunque carentes de pruebas, de que el Paco, al fin y al cabo el hombre más poderoso (por no decir el Todopoderoso) del fútbol uruguayo, estaba inclinando la balanza en favor de Peñarol, su ex enemigo, su viejo amor.
Y la sonrisa de Matosas, y la cara de traste de Carreño, fueron el puntapié inicial a un partido de rumores que ha ganado el ambiente futbolístico, y que afirma que Paco Casal está favoreciendo a los aurinegros y perjudicando a los tricolores, cediéndole jugadores a uno y quitándoselos al otro.
¿Qué hay de cierto en eso?
TRAJO Y LLEVÓ
Hasta el momento los hechos estarían dándole razón a esos rumores, pues Casal arrimó cuatro futbolistas a Los Aromos (Antonio Pacheco, Fernando Correa, Carlos Díaz y Juan Silva Cerón) y no se llevó a ninguno, aunque al único que podía haber sacado del club era José María Franco, pues el otro integrante del plantel que es representado por él es Alejandro González, zaguero juvenil que recién está apareciendo en Primera, por lo que resulta casi imposible que pueda colocarlo en algún club del exterior.
Mientras a Peñarol le trajo cuatro refuerzos y no le originó ninguna baja, a Nacional le ha aportado a dos de sus fichas (Oscar Morales y Diego Perrone) y le ha quitado a 4 de los 5 que podía llevarle. Al “Chory” Castro lo metió en Mallorca, al “Malaka” Martínez en Catania, a Diego Godín en Villarreal y a Marcelo Broli en Wanderers. Sólo dejó al “Pato” Sosa y otros dos juveniles (Cristian Paz y Diego Arismendi) cuya emigración es hoy inviable ya que ni siquiera han logrado aún ganarse un lugar preferencial en el plantel, al punto que uno de ellos (Paz) hasta podría ser cedido a préstamo a una institución menor.
Ahora, si bien los números prueban que el hombre está armando a Peñarol y desarmando a Nacional, ¿hay intencionalidad en sus actos?
Se supone que si Mallorca acepta comprarle al “Chory”, si Catania acuerda adquirirle al “Malaka” y Villarreal fichar a Godín, ¿qué va a hacer Paco, desechar esas ventas para no disminuir el potencial de los tricolores?
Donde sí puede atribuírsele intencionalidad en beneficiar la causa aurinegra es la concreción de los refuerzos para uno y otro bando.
Hasta ahora favoreció al manya con cuatro incorporaciones y al bolso con dos, pero habría que ver si tuvo oportunidad de arrimarle algún otro valor a Nacional y decidió no hacerlo. Como siempre, todo tema relacionado con Don Francisco genera polémica.
AQUEL MATRIMONIO
Bengoechea, Gregorio y Damiani resultarían los símbolos del quinquenio de 1997, pero también sería clave el aporte de Francisco Casal, responsable de que el aurinegro gozara, en cada uno de aquellos años, de los refuerzos más importantes en cada período de pases.
Aquel matrimonio Casal-Damiani alumbró un hijo llamado quinquenio. Firmado el divorcio, la separación de bienes beneficiaría a Nacional, una especie de romance que empezó el Paco para darle celos a su ex cónyuge. Pero parece que el enamoradizo empresario vuelve a ser parte de la familia de su primer matrimonio, al concretarse este nuevo casamiento Casal-Damiani, aunque ahora los amoríos son con el hijo, porque el viejo ya no está para escribirle cartas a Cupido, y ha dejado de gustarle el olor al perfume de su viejo amor, el Paco.
Cuando en 1993 regresó Damiani a la presidencia con la misión de acabar con seis años consecutivos sin poder conquistar el Uruguayo, concretó once refuerzos (Tuja, Nelson Gutiérrez, Darwin Quintana, Olveira, Bergara, Perdomo, Saralegui, Bengoechea, Otero, Darío Silva y Vidal), la mayoría de ellos arrimados por Casal. Ese año el carbonero superaba en cantidad de pases ampliamente a Nacional, que venía de un dulce 1992 y solamente nutría su plantel con cuatro nuevos: Rocco, Larre, Ruben Pereira y Gonzalo Madrid, curiosamente hoy integrante del Grupo Casal.
Aquella relación entre Paco y Peñarol se interrumpiría brevemente cuando en 1996 el Cr. Damiani no aceptaba el paquete de Recoba, Correa, Puglia y Bitancort (sólo le interesaba el “Chino”), quienes terminarían reforzando al bando contrario.
Pero para el año siguiente volverían a rumbear hacia Los Aromos algunas de las mejores pertenencias de Paco, como Marcelo Zalayeta; mientras Nacional intentaba evitar ese quinquenio con refuerzos de la talla de Cono Aguiar, Kanapkis, Oscar Suárez, Dardo Pereira, Carim Adippe y el paraguayo Sanabria, por mencionar sólo a algunos. Aún así el tricolor ganaría el Apertura, pero a mitad de año el Paco le desarmaba el cuadro llevándose a Recoba, Abeijón y “Juanchi” González, aunque a cambio le traía a Ruben Sosa, Carrasco y Baltierra.
Peñarol alimentaba el sueño del sexenio en 1998 con aportes valiosísimos de Casal, como Franco y Pandiani, en tanto a Nacional lo beneficiaba con Gaby Álvez y Regueiro, por citar sólo a los más importantes en ambos casos.
Luego Casal tomaría posición de mayor neutralidad hasta que a mediados de 2003 le declara la guerra a Nacional, cuando el economista Ache coloca en La Coruña a Gustavo Munúa, no sólo prescindiendo de la intermediación del Grupo Casal sino además haciendo oídos sordos a las amenazas recibidas de estos empresarios. Nacional había ganado el Apertura e iba por el tetra, pero el Paco le desarma el cuadro cobrando así su venganza contra el Economista, y además colabora con la llegada de Chilavert a Peñarol.
PELEADO CON LOS DOS
Desde 1993, Casal había estado alineado siempre en favor de uno de los dos grandes, aunque hiciera negocios con ambos.
En 2003 declaraba la guerra a Nacional por el pase de Munúa y a mediados de 2004 empieza el conflicto con Peñarol por el “Caso Bueno” (luego se sumarían los casos del “Cebolla”, Bizera y más adelante Leal), entonces termina peleado con los dos.
Según denunció en su momento Juan José Ramos, Paco habría dicho que “mientras esté Damiani Peñarol nunca más va a ser campeón”.
Esa mezcla de profecía y amenaza se cumplió, pues desde que estalló la guerra entre el empresario y el Peñarol de Damiani, los carboneros no ganaron ninguno de los cuatro Uruguayos, y ni siquiera uno de los ocho torneos cortos correspondientes a esas cuatro temporadas.
Tal vez ahora que hizo las paces con el Peñarol del otro Damiani, volvamos a ver alguna vuelta olímpica del carbonero.
PACO Y PEÑAROL
Trajo (4): Antonio Pacheco, Fernando Correa, Carlos Díaz, Juan Silva Cerón
Se llevó (0): —–
Dejó en el club (2): Alejandro González, José María Franco
PACO Y NACIONAL
Trajo (2): Oscar Morales, Diego Perrone
Se llevó (4): Gonzalo Castro, Jorge Martínez, Diego Godín, Marcelo Broli
Dejó en el club (3): Marcelo Sosa, Cristian Paz, Diego Arismendi