“Spirituals, blues and jazz” en la voz de Mihanovich
EL PRÓXIMO MIÉRCOLES EN EL TEATRO SOLÍS
A poco de haber cumplido treinta años de trayectoria, la cantante argentina tiene ganas de experimentar con géneros musicales ajenos a su repertorio habitual. En el espectáculo “Spirituals, blues and jazz” se la podrá escuchar acompañada por un cuarteto vocal y una big band.
Es interesante ver a un artista de trayectoria en proceso de exploración, moviéndose con total curiosidad del eje sobre el cual forjó su carrera y la aceptación del público. Esto supone un riesgo, un período de incertidumbre y finalmente una redefinición. Pero para Sandra Mihanovich representa sobre todo un juego, una necesidad y una alegría. La cantante siente que haber cumplido tres décadas de carrera fiel a un estilo, le da licencia suficiente para actuar de ahora en adelante con absoluta libertad artística. “En el material en vivo ‘Creciendo’ que publiqué en 2005 hice una recorrida por mi discografía y siento que en este momento tengo la libertad de jugarme a cantar jazz, folclore, o tango, estoy preparando incluso un espectáculo con canciones de Eladia Blázquez. Para mí el desafío es decir: ‘yo soy la Sandra que ustedes conocen y esta es mi forma de abordar el jazz, el blues y piezas spirituals”, explicó Mihanovich a Ultimas Noticias.
La cantante, que el próximo miércoles actuará acompañada por Opus 4 y la Antigua Jazz Band en el Solís, destacó que la intención es “darle una impronta personal” a sus interpretaciones y que el idioma inglés le viene a medida. “Yo empecé cantando en inglés, después dejé de hacerlo porque necesité que la gente me entendiera. Es un idioma muy afín para mí porque tengo una formación bilingüe, me hablaban en inglés desde que era muy chica en casa y después fui a un colegio bilingüe. Además, facilita mucho a la hora de emitir la voz, porque su fonética es muy particular. No me resulta una cosa especialmente complicada o difícil”.
El espectáculo “Spirituals, blues and jazz” debutó en el teatro Maipo y fue editado en CD. “Lo venimos haciendo desde hace unos cuantos años. Opus 4 es un cuarteto vocal y la big band está integrada por doce músicos: trompeta, saxos, trombón, guitarra, banjo, contrabajo, batería. Interactuamos los tres sobre el escenario. Alternamos y algunas canciones las hacemos todos juntos. El repertorio es muy tradicional, y yo disfruto muchísimo”, aseguró.
-¿Qué balance hace de sus 30 años de carrera artística?
-Hago un balance lindo por haber elegido canciones con las que la gente se ha podido sentir identificada y que con el correr de los años se convirtieron en clásicos. Cada día cuando recibo el afecto del público me siento una privilegiada absoluta. Me da felicidad saber que mis canciones forman parte de la banda sonora de mucha gente.
-¿Le teme al paso del tiempo?
-No, le tengo mucho respeto y me gusta; la vida está hecha de tiempo, y cuando lo negamos estamos negando la vida. Me parece algo muy natural, que me genera contradicciones porque cuando despierto a la mañana y me duele la cintura me doy cuenta de que ya estoy grande. Pero el tiempo es la sustancia de la cual está hecha la vida.
-¿Con el paso de los años se canta mejor? ¿Cómo cuida la voz?
-Todo se va asentando; por ahí uno pierde frescura pero gana experiencia, aplomo y serenidad. Yo creo que se disfruta de otra manera. La voz se cuida durmiendo, descansando, no fumando, haciendo ejercicios antes de cantar para que entre en calor, porque no hay que hacerlo salvajemente en frío. En resumen, con los mismos cuidados que necesita el resto del cuerpo.
-¿Qué otros proyectos discográficos tiene en mente, además de versionar a Eladia Blázquez?
-Estoy evaluando qué tengo ganas de cantar. Todavía no está claro porque hay varios proyectos dando vueltas. Grabar hoy es mucho más sencillo que antes, lo difícil es vender lo que uno hace. Me gustaría hacer un disco de jazz, uno de folclore y otro de tango. Estoy muy abierta.
-Canciones de fuerte contenido social del estilo de “Soy lo que soy” tienden a encasillar a un artista. ¿Considera que es así?
-A la gente le gusta y necesita etiquetar y poner las cosas en un estante. Ser libre es hacerse cargo de esa libertad que uno quiere tener. No me propuse ser portavoz de un mensaje maravilloso o genial, me fui dando cuenta a medida que elegía mis canciones de que evidentemente había temáticas que me importaban más que otras; entonces siempre me pareció que es importante decir que no tenemos roles impuestos, que ser varones o mujeres no nos obliga a hacer o ser determinada cosa. Creo en la vida en familia, en equipo, donde cada integrante suma para todos.
-¿Considera que hoy hay más tolerancia?
-Creo que cada vez hay menos diferencias entre los géneros, en cuanto a que uno ya no tiene que ser tal o cual cosa porque es mujer o varón. Se puede elegir y eso es muy importante.
-¿Volvería a trabajar con Celeste Carballo?
-No sé, siento que hicimos un trabajo bastante completo. Grabamos dos discos, trabajamos cuatro años juntas. No creo que haya algo demasiado interesante y nuevo que podamos generar.
-Hablemos de la actriz. ¿Qué le gustaría hacer en cine o televisión?
-Por ahora no tengo ningún proyecto, si no pudiera cantar estaría muy preocupada. El trabajo de actriz va y viene, un poco de acuerdo a las circunstancias y a las ofertas que tenga. Si me dieran a elegir, me encantaría hacer cine, una película musical.